VACUNAS PARA TRATAR EL CANCER

Las vacunas abren otro frente contra el cáncer

Las terapias que «aprovechan» el propio sistema inmunológico del paciente toman la alternativa a los tratamientos tradicionales – Enfermos de hasta cinco tipos de tumores se han beneficiado de esta técnica en los últimos meses

María Quesada. DIARIO LA RAZON.

Madrid- Una vacuna que aprovecha el sistema inmunológico para atacar una agresiva forma de cáncer de riñón ha erradicado completamente el tumor de un paciente en Gran Bretaña. Este ha sido el resultado de la segunda fase de una investigación realizada por el equipo del doctor Robert Hawkins del hospital Christie en EE UU.
De este estudio ha salido la vacuna TroVax, basada en la terapia génica, que desencadena una reacción inmune que lleva al cuerpo a atacar a las células cancerígenas. El tratamiento consiste en la aplicación de 7 inyecciones al enfermo en 41 semanas dadas junto con la terapia estándar del cáncer. La vacuna, aplicada en 150 pacientes permanece de momento en proceso de ensayo clínico.

FUENTE DIARIO LA RAZON. 27-11-2006.

Además de conseguir «curar» al paciente, la vacuna ha «disminuído» el tumor de otros dos afectados y ha «estabilizado» el cáncer en 15 enfermos durante tres meses. El profesor Rober Hawkins, que encabeza el estudio, aseguró que «el dato es esperanzador».
Este paso se suma a la serie de avances oncológicos en la búsqueda de sustancias que puedan activar el sistema inmunológico contra las células cancerígenas. Las llamadas «terapias biológicas» utilizan el sistema inmune del cuerpo, ya sea directa o indirectamente, para combatir el cáncer o para dismunuir los efectos sencundarios que pueden causar algunos tratamientos.
Hay varios tipos de cáncer que son resultado de una infección mantenida por un virus y las vacunas contra ellas previenen su aparición. Este es el caso de la vacuna contra el cáncer de cuello de útero.
Tras una serie de investigaciones se demostró que el virus del Papilomavirus Humano (HPV -que se transmite casi exclusivamente por vía sexual- es la causa de casi todos los casos de este tipo de tumor y el pasado mes de junio, Estados Unidos dio luz verde para la comercialización de la primera vacuna en este campo. Se llama Gardasil y, según las autoridades sanitarias, tendrán un «efecto espectacular» para la salud de las mujeres, ya que en todo el mundo hay unos 500.000 nuevos casos de cáncer de cuello de cervix que provocan unas 290.000 muertes.
Por otro lado, el cáncer de hígado, uno de los cánceres con mayor prevalencia en el mundo y el cáncer más común en algunas partes de Asia, ha sido vinculado a la hepatitis B. Un estudio ha demostrado que los portadores crónicos de la enfermedad tienen una probabilidad 100 veces mayor que los no portadores de morir por este tipo de tumor.
Por tanto, la vacuna contra la hepatitis B no sólo puede impedir las muertes por esta enfermedad, sino que también resulta prometedora para prevenir de forma sustancial las muertes por cáncer de hígado.
Aunque es necesario realizar estudios a más largo plazo, una investigación realizada en Taiwan durante 10 años observó que el uso de la vacuna contra la hepatitis B redujo la tasa de portadores en niños de un 10 por ciento a menos de un uno por ciento. Los investigadores prevén que este significativo descenso estará vinculado a una menor incidencia de cáncer de hígado en niños.
Pero la cosa no queda ahí. Un equipo de expertos demostró el año pasado la eficacia y el beneficio clínico de una vacuna contra un tipo de cáncer de la sangre -el linfoma folicular- en pacientes en primera recaída. Se trata de una vacuna que podría ser una realidad en un futuro cercano. Estas vacunas utilizan un material del cáncer del paciente tratado especialmente para intentar motivar el sistema inmunológico del cuerpo a seleccionar y atacar a las células mieloma.
Los resultados actuales son fruto de muchos años de estudio con el sistema inmune. Según el doctor José Ignacio Mayordomo, miembro de la sección de cáncer hereditario de la Sociedad Española de Oncología Médica (Seom), actualmente «estamos en un momento trascendental en el área de investigación».
«La aprobación de una vacuna contra el virus de papiloma humano que va a prevenir el cáncer de cuello de útero ha sido la novedad más reciente», destaca el especialista.
Mayordomo añade que «el cáncer es un grupo de muchas enfermedades por lo que una vacuna que las curara todas no entra dentro de las expectativas de los investigadores». Sin embargo no descartó que en un futuro no muy lejano -en los próximos diez o quince años- hubiera una para cada tipo de tumor. «Esto es un salto muy importante, ya que promete reducir el número de muertes en la población», apuntó.

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