El abuso de los reproductores de MP3 puede adelantar la pérdida de audición de manera lenta e irreversible

Escuchar música a un volumen alto durante un periodo de tiempo prolongado puede ser perjudicial para los oídos. El daño auditivo inducido por el ruido se caracteriza por pasar inadvertido y ser irreversible. Éstas son algunas de las advertencias que se han realizado en las Jornadas Nacionales de Óptica y Acústica, celebradas en Bayona, Pontevedra, este fin de semana.
Redacción 05/11/2007

FUENTE: DIARIO MEDICO

Los ruidos por encima de 140 decibelios producen un daño inmediato en el oído debido a la destrucción mecánica de diferentes componentes del sistema auditivo. La potencia sonora que ofrecen muchos reproductores de música que actualmente son de uso generalizado es un peligro para los oídos. Estos aparatos registran una salida de audio entre los 90 y los 130 decibelios. En casos concretos, el sufrimiento del sistema auditivo puede ser mayor si se utilizan intraauriculares que se introducen dentro del pabellón. Los expertos recomiendan no prolongar la audición de música con cascos más de una hora seguida y, como máximo, al 70 por ciento de su volumen más alto.

Las lesiones provocadas por estos dispositivos son de evolución lenta e irreversible; por eso aún se desconoce cómo pueden afectar a la población, aunque se opina que la Generación MP3 puede empezar a manifestar síntomas de pérdida de audición 30 años antes que sus padres debido al abuso en su utilización.

La preocupación ante este hecho ha llevado a la empresa Apple a incorporar limitadores de volumen en sus reproductores Ipod después de que en Estados Unidos se hicieran públicas quejas por el excesivo volumen con el que se podía reproducir música. También incorporó recientemente un software que permite establecer un controlador de volumen con clave en el dispositivo y que está pensado para que los padres puedan cuidar la salud auditiva de sus hijos.

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