COMO AFRONTAR UNA OPERACION
Cómo afrontar una operación
Si la enfermedad es una oportunidad de cambio, de reequilibrio, también lo puede ser una operación quirúrgica, aunque ésta suponga un trauma para el cuerpo, que se confía a terceras personas.
En el entorno de los pacientes con criterio naturista, las operaciones quirúrgicas pueden ser vividas casi como una rendición a la medicina «enemiga», a veces con un sentimiento de culpa añadido (ya que finalmente no se ha conseguido evitar), todo lo cual ayuda poco al proceso de curación y recuperación. Con los médicos naturistas es algo distinto, ya que incluso médicos naturistas clásicos como Conde Andreu fueron grandes cirujanos.
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FUENTE: REVISTA CUERPOMENTE.
Operaciones innecesarias
La medicina naturista y su criterio hipocrático acerca de la gran capacidad que el organismo tiene para curarse a sí mismo no han estado nunca en contra de la cirugía, pero sí de una mala indicación o de un mala práctica de la cirugía, algo muy común en la actualidad. En julio del 2000 la revista Jama publicaba un artículo de la Dra. Barbara Sternfeld en el que se afirmaba que sólo en los hospitales de Estados Unidos se producían más de 12.000 muertes al año por cirugía innecesaria, más de 80.000 muertes por infecciones hospitalarias y 106.000 muertes por medicación inadecuada, todo ello sin contar los efectos secundarios y las lesiones incapacitantes. Vemos pues que hay mucha cirugía innecesaria.
Operaciones sencillas, como la episiotomía, que normalmente tendría una indicación en el 1 o 2% de los partos vaginales, en algunos hospitales se realiza por protocolo en el 100% de partos vaginales, provocando con ello muchos efectos secundarios. La cesárea, que tendría una indicación precisa en el 3-15% de los partos, se está realizando entre el 20 y el 50% de los partos, provocando una anormal cantidad de efectos secundarios aunque se ejecute correctamente.
En este caso, la información de los medios y la educación sanitaria de muchas mujeres les hace creer que implica menos riesgo una cesárea que el parto normal, cuando está muy bien demostrado lo contrario. Por otro lado, la excesiva medicalización del parto hace que haya grupos de mujeres que tienen muy claro que el parto normal debe ser promocionado. Hay estudios que demuestran la eficacia del parto normal, lo que ha hecho que el sistema de salud español se plantee un parto más humanizado y que la propia Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO) haya cambiado este año su protocolo de parto normal.
El miedo está ahí de forma natural para defendernos del medio agresivo, y la operación lo es. La decisión de operarse ya implica un acto de valor. El médico y el resto del equipo sanitario capta este miedo del paciente y le podrá infundir valor cuando él asuma su papel con el compromiso de hacerlo lo mejor posible.
La importancia de los preparativos
Asumir la situación. Hay que sopesar las posibilidades de lograr una mejor calidad de vida afrontando la operación. El valor sólo se puede sacar cuando la mejora vale la pena.
Mentalizarse para cambiar. La operación implica un gran ritual de cambio para producir una mejoría importante y dejar atrás una antigua etapa.
Conocer al equipo. Es muy importante la relación casi protocolaria con el hospital y su cuerpo técnico. No sólo el doctor: también enfermeras, anestesistas… ¿Cómo se puede optimizar la relación con todos ellos? Conviene seguir el protocolo, pero preguntando lo justo para que todo lo que nos contesten lo entendamos muy bien. Y experimentar claramente una sensación de confianza en la persona que nos va a operar.
Pablo Saz (médico naturista)