¿QUE ES ESTAR SALUDABLE?

Kati Konersman
Especial para Vida y Estilo

11 de octubre de 2006

La salud no es una condición que obtenemos de una vez y es para siempre, cambia debido a muchas situaciones, tanto del medio ambiente como internas de cada persona.
La forma en que vivimos cotidianamente nos puede conducir a la salud, tanto mental como emocional, espiritual y física, o nos puede llevar hacia la confusión mental y emocional, males físicos y vacío espiritual.
Los siguientes puntos resultan útiles para identificar las «condiciones que nos permiten gozar de salud».
Al considerar que los seres humanos vivimos todos estos aspectos al mismo tiempo, podemos aceptar que nuestro estado de salud es el resultado de la armonía que se crea entre los diferentes niveles de existencia.
No estar cansados crónicamente. No despertarnos cansados y arrastrarnos de una actividad a otra, gozar de un nivel estable de energía.

FUENTE: LA OPINION DIGITAL.

PUEDEN ADVERTIRSE EN LAS UÑAS LOS INDICIOS DE MUCHAS ENFERMEDADES.

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Tener buen apetito, sin compulsión. Disfrutar de alimentos que realmente sean adecuados al organismo.

Descanso durante el sueño. Dormirse a los pocos minutos de haberse acostado, descansar profundamente de cinco a siete horas, despertando a la hora indicada sin despertador y con la mente despejada.

Buena memoria. Recordar lo que hemos hecho y dicho, así como gran parte de lo visto, escuchado y leído.

Estado de ánimo positivo. Ésta es una de las condiciones más complejas. Significa ser entusiasta y tener sed de conocimiento.

Claridad en pensamiento y acción. Como un gato que siempre cae de pie, una persona sana toma decisiones y las pone en acción. Esto representa un sistema nervioso sano.

Responsabilidad. Aceptar que hemos sembrado la semilla de todo aquello que vivimos. A-prender a no culpar a otros por nuestra condición.

Capacidad de elección. Cuando se trata de elegir alguna terapia curativa o preventiva es muy importante informarnos de las opciones a nuestro alcance, ya sea medicina alópata, homeopática, terapia nutricional o muchos otros tipos de terapia.

Honestidad. Rechazo al engaño y mentira de cualquier orden. Resistir el autoengaño por medio del análisis e introspección para conocer y entender nuestras intenciones.

Gratitud. Si tenemos buena memoria recordamos todo aquello por lo que estamos agradecidos.

Humildad. No se puede hablar mucho sobre este aspecto. No es fácil «curarnos» de la arrogancia, esa difícil enfermedad del alma. Cuando este aspecto es genuino, pasa desapercibido a los ojos de quien lo vive.

Amor. Podemos cambiar de régimen alimenticio, someternos a masajes, tratamientos y curaciones, todo esto resultará inútil para recobrar o mantener la salud si no aceptamos sin condiciones el devenir de la vida.

Al juzgar a otros, anteponiendo nuestras opiniones y expresando ira, envidia, celos y otras tendencias negativas de la personalidad, estamos creando un medio ambiente propicio para la enfermedad.

La medicina tradicional basa su diagnóstico principalmente en causas físicas, como son bacterias, virus, mala alimentación y herencia.

Por otro lado, la medicina alternativa —homeopatía, acupuntura, nutrición integrativa, quiropráctica y otras terapias que consideran al ser humano como un ser multidimensional— exponen que la salud es el resultado de la interrelación armónica de las partes que conforman un ecosistema; en este caso, el sistema humano y la relación que establece con su medio ambiente.

Si tiene preguntas, sugerencias o comentarios para la autora de esta columna, escriba a: vidayestilo@laopinion.com y en SUBJECT (tema) ponga NUTRINOTICIAS o diríjase a szamoska@usc.edu.

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